Páginas


viernes, 25 de mayo de 2012

Todo empezó, como empiezan la mayor parte de las cosas que merecen la pena: como un juego. Estaban los cinco tirados en una habitación hablando, sólo eso. O quizás decir sólo eso sería pecar de simplicidad: hablaban y a veces, callaban.
Callaban en silencios que merecen la pena ser contados.

El hecho es que bien podría parecer que perdían el tiempo. Nada más lejos de la realidad: se recreaban.
Estaban sentando las bases de una revolución.
Una revolución en sus vidas, que no es poco.
Preparaban un espectáculo callejero.

Hablaban y a veces, callaban.
Callaban en silencios que merecen la pena ser contados.

1 comentario:

  1. Magnífico Ina. Precioso y con sugerentes silencios para rellenar de imaginación.

    ResponderEliminar